PRONUNCIAMIENTO

A los poderes ejecutivo, legislativo y judicial de la federación y de Baja California Sur;

A los Ayuntamientos de La Paz, Los Cabos, Loreto, Mulegé y Comondú;

A los Institutos de Salud Pública (IMSS, ISSSTE, Secretaría de Salud e IMSS Bienestar);

A la Procuraduría General de Justicia de Baja California Sur y al Centro de Justicia para las Mujeres;

A los institutos de las mujeres estatales y municipales;

A las instituciones educativas de todos los niveles;

A los medios de comunicación;

A la sociedad civil organizada y

A quienes habitan sudcalifornia:

Aquí seguimos en pie de lucha porque no ha habido un día que no seamos violentadas ya sea por extraños, conocidos, por las instituciones o por los medios de comunicación. Porque no hay día que no sintamos el miedo de no volver a casa en un estado donde la situación de violencia no ha cambiado. Gobiernos van y vienen, campañas, jornadas, nuevos nombramientos y discursos, pero estructuralmente nosotras no vemos un cambio.

Hoy nos encontramos, en el marco del Día Internacional de las Mujeres, mujeres diversas: cis, trans, no binaries e intersex, a quienes nos atraviesa la violencia patriarcal.

Si bien ha habido avances en la visibilización de la violencia que vivimos alcanzados hasta ahora por el histórico movimiento feminista en el que  nos enmarcamos, no olvidamos que cada uno de esos avances ha sido fruto de trabajos y articulaciones colectivas en las cuales hemos luchado, triunfado y conquistado el reconocimiento de nuestros derechos. Porque nunca ningún macho, gobierno, ni sector ha renunciado a sus privilegios aún a costa de nuestra opresión.

Por lo anterior dicho, sepan que no vamos a detenernos. Seguiremos exigiendo justicia y libertad. Porque el derecho de vivir una vida libre de violencia no se nos ha cumplido.

En esta ocasión nuestro clamor va dirigido hacia tres ejes fundamentales para garantizar el ejercicio pleno de nuestros derechos: los feminicidios; la criminalización del aborto; y otros tipos de violencias, incluida la vicaria, la que ejercen los deudores alimentarios y el acoso en ambientes laborales y educativos.

Ni una más en BCS Feminicida

La expresión más extrema de la violencia de género es el feminicidio. Vivir en México y ser mujer es un riesgo muy alto. Durante 2024, en México se registraron 797 feminicidios, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, lo que equivale a dos mujeres por día.

8 de estos feminicidios se registraron en Baja California Sur, un aumento grande en comparación con los dos feminicidios registrados en 2023. Esto posicionó a BCS como el sexto estado con la tasa de feminicidios más alta de México.

Somos un paraíso de sol y playa manchado de sangre. Por eso, denunciamos el modelo de turismo de lujo y de masas que se nos ha impuesto y que acentúa la desigualdad social e incentiva la trata de mujeres y la inseguridad en nuestro estado.

Tenemos el ejemplo de Los Cabos, actualmente el destino turístico número uno de México que contrasta con su récord estatal en feminicidios. Muestra de ello es que Los Cabos y La Paz se posicionaron en la lista de los 100 municipios con las tasas de feminicidios más altas del país, en los puestos #40 y #92 respectivamente, de acuerdo al reporte de 2024 del mismo Secretariado.

Sin embargo, esos son los datos oficiales. Las colectivas identificamos que hay otros casos que mañosamente se minimizan u ocultan bajo otros delitos, y quedan fuera de estas cifras. Extraoficialmente nosotras identificamos al menos 14 casos de feminicidios durante 2024, en contraste con los 8 reportados por la autoridad.

Este año perdimos a María Guadalupe por asfixia mecánica presuntamente por quien era su pareja; a Dulce Ivón, encontrada en un auto en vía pública con signos de asfixia por estrangulamiento; a Nallely, herida con arma de fuego por su ex pareja; a Reina Margarita, hallada en la carretera ya que fue arrojada desde un vehículo en movimiento y presentaba múltiples golpes internos y externos; a Leslie Desiré, asesinada presuntamente por su hermano con un arma blanca y arrojada en un lugar despoblado; a Jazmín Esmeralda, encontrada inconsciente en la carretera con signos de violencia y que falleció en el hospital; a Ernestina y Karen, nieta y abuela encontradas sin vida en Mulegé; a Yeimi, reportada como desaparecida y de acuerdo con su familia, asesinada en un yate en la marina de Cabo San Lucas y arrojada al mar; a una abuela de 72 años asesinada por su nieto en Ciudad Insurgentes; y a María Isabel, asesinada y torturada en navidad.

A esta lista agregamos a Dora Yamira, María Inés y Nohemí que fueron reportadas como desaparecidas y posteriormente encontradas sin vida en una fosa clandestina en el arroyo El Cajoncito. Como ellas sabemos que hay decenas y deben ser tipificadas por lo que es: FEMINICIDIO.

¡Por que vivas se las llevaron, vivas las queremos!

En lo que va del 2025, se han registrado dos feminicidios: el primero fue una mujer encontrada al interior de un domicilio sin vida en Bahía Tortugas y el segundo, una mujer que fue encontrada con signos de violencia al interior de un domicilio en Plutarco Elías Calles, caso en el que se encuentra vinculado su hijo como el principal sospechoso.

Estamos asqueadas de esta violencia. NI UNA MÁS, NI UNA MÁS, NI UNA ASESINADA MÁS.

Exigimos a los medios que den una cobertura responsable y sensible a los casos de violencia. Les invitamos a tener el tacto de cubrir los feminicidios como si se tratara de sus hijas, amigas o hermanas.

Sabemos que aunque esta rabia no se va, nada podrá traer de vuelta a las que nos arrancó la violencia feminicida, por lo tanto, lo mínimo que merecen es JUSTICIA.

Queremos justicia para todas las víctimas de feminicidio. Hay familias que llevan 4 y hasta 5 años esperando que haya una aprehensión, una sentencia, un esclarecimiento de los hechos y una reparación del daño como en el caso de Aolanis en 2020 en Guerrero Negro del que no hay un solo avance y de Analuisa, cuyo presunto culpable no ha sido sentenciado a pesar de haber sido aprehendido desde hace un año.

¡JUSTICIA PARA TODAS LAS VÍCTIMAS DE FEMINICIDIO!

La despenalización del aborto es el inicio del camino

A pesar de que la marea verde está avanzando en el país, el delito de aborto permanece en el Código Penal Federal y en algunos Códigos Penales Estatales, por lo que se siguen abriendo carpetas de investigación para perseguir a quienes abortan.

Durante 2024, en México se abrieron 794 carpetas de investigación por el delito de aborto, de los cuales 10 se registraron en Baja California Sur, 2 más que en 2023.

¡Queremos que nos dejen en paz y que dejen de criminalizarnos por acceder a nuestros derechos!

Actualmente el aborto es legal en Baja California Sur hasta las 12 semanas de gestación y este servicio es brindado por la Secretaría de Salud a través de sus Hospitales Generales, y también lo brinda el IMSS Bienestar.

Aunque ha habido muchas voluntades dentro de las instituciones para ofrecer este servicio de manera eficiente y digna, han quedado en buenas intenciones y en pequeñas prácticas que se ven opacadas por muchas deficiencias en el servicio.

Los horarios que establecen, el poco personal destinado para atender y la falta de infraestructura hacen complicado y a veces imposible el acceso a los servicios de interrupción legal del embarazo (ILE). Exigimos que se amplíe el horario y se atienda las 24 horas, que se aumente el personal para garantizar que siempre haya atención, que se equipe con aparatos para hacer ultrasonidos y que se asegure la gratuidad de todo el servicio. Merecemos ILE libre de estigmas y digno.

Denunciamos la criminalización y estigmatización que viven las adolescencias, a quienes no se les permite decidir sobre su propio cuerpo, ya que les exige una autorización de sus padres para acceder al servicio. Esta es una clara violación a la Norma Oficial 047 que permite que las adolscencias puedan acudir a los servicios de salud sin la tutela de nadie, como sujetas autónomas de derecho que son.

Además las 12 semanas de gestación en las que se permite la Interrupción Legal del Embarazo es insuficiente y choca con múltiples realidades de las mujeres en Baja California Sur y México.

Sin mencionar toda la violencia obstétrica que hemos vivido, acoso de parte del personal de salud en instituciones públicas y privadas, y la negación de métodos de anticoncepción.

Queremos educación sexual para explorar y descubrir formas de vivir plena y placenteramente nuestras vidas. Queremos anticonceptivos para disfrutar y dividir nuestra sexualidad de la reproducción. Queremos aborto legal para decidir con dignidad, porque somos ciudadanas completas y tomamos decisiones firmes, responsables y seguras.

Exigimos NO más simulación, DIFUSIÓN MÁXIMA A LOS SERVICIOS DE ABORTO, NO más misóginos con bata blanca, que se garanticen nuestros derechos, que no se nos violente física y psicológicamente y que se sancione la violencia obstétrica.

¡Aborto si, aborto no, eso lo decido yo!

Violencia en las aulas

Para 2024, se reportaron 30 maestros separados de su trabajo por denuncias de acoso contra alumnas de primaria y secundaria. En 2024 en un gimnasio de la zona centro de Ciudad Constitución fue vinculado a proceso un maestro por acosar a una menor en su clase de gimnasia.

En la Universidad Autónoma de Baja California Sur, en 2023 fueron 4 maestros denunciados por acoso contra alumnas y se dice que 3 de ellos fueron despedidos.

Sin embargo, no existe un buen seguimiento de parte de los medios, de las instituciones y de la sociedad en estos casos. Los datos de acoso en las escuelas no están completamente registrados, porque la mayoría no son denunciados ante las fiscalías. Las instituciones educativas operan encubriendo a maestros agresores, revictimizan a las alumnas que tienen que ir frente a personal administrativo y docente a comparecer, sin dar crédito a sus palabras, siendo revictimizadas y violentadas en sus derechos.

En muchas escuelas sobre todo preparatorias y de nivel superior, los directivos y directivas impiden la instalación de tendederos, violando el derecho a la denuncia pública, como el director del Instituto Tecnológico de la Paz que puso un buzón de quejas sin utilidad para las denunciantes, llamó generación de cristal a las alumnas que señalaron a docentes acosadores. Además de encubrir a un profesor vinculado a proceso por delito sexual contra una trabajadora del mismo instituto y que ha sido señalado también por varias alumnas del plantel.

El acoso sexual en las instituciones de educación de todos los niveles y en general la violencia de género, no se resuelve con un: “Ya párale a la violencia”, porque los agresores se saben protegidos en primer lugar por la autoridad escolar.

Exigimos NO más docentes acosadores frente a grupo.

Exigimos nuestro derecho a la denuncia pública.

Si te ofenden nuestros tendederos más nos hiere tu acoso.

Exigimos que los maestros y trabajadores de educación que son denunciados sean retirados del plantel, cumpliendo los protocolos que tanto difunden y que nunca cumplen.

Las violencias “invisibles”

Hay múltiples violencias que vivimos día a día las mujeres que no acabaríamos de enunciarlas. Por ejemplo, durante 2024, 18 mujeres fueron víctimas de homicidio, mil 115 fueron víctimas de lesiones, 48 de corrupción de menores, 1 fue víctima de trata de personas.

En cuanto a los llamados a emergencias, se registraron un promedio de 17 llamadas al día por violencia familiar y 10 por violencia de pareja. En el año hubo 113 llamados por incidentes de abuso sexual, 185 por hostigamiento sexual, 45 por violación.

Y aunque estos datos nos dan una idea de la magnitud de la violencia que vivimos las mujeres, la realidad los rebasa. Muchos otros tipos de violencia no son registradas o son poco comprendidas, como la violencia vicaria, que consiste en separar a las madres de sus hijes, la violencia que ejercen los deudores alimentarios al no pagar la manutención de sus hijes y las múltiples formas de violencia en entornos digitales.

La violencia de género también está en nuestros entornos laborales a través del ACOSO, LA AGRESIÓN, LAS AMENAZAS, LA INTIMIDACIÓN, la subestimación y con brechas salariales, como sucede en instituciones gubernamentales, educativas y privadas.

Casos hay muchos: Las trabajadoras del Tecnológico de la Paz son pisoteadas en sus derechos; las trabajadoras de la salud son violentadas en su salario, con la imposición de horarios y ambientes inseguros; las trabajadoras de las grandes empresas privadas hoteleras, restauranteras, agrícolas, entre otras, se les explota con baja remuneración, largas jornadas, contratos amañados y condiciones de vida indignas; las trabajadoras calamareras en Santa Rosalía a quienes se les ha violentado física, económica y psicológicamente durante más de dos décadas.

Gobiernos van, gobiernos vienen y la justicia no llega para ellas. JUSTICIA para las trabajadoras de empresas hoteleras, de las grandes cadenas comerciales y de servicios, JUSTICIA para las jornaleras agrícolas, para las empleadas institucionales, JUSTICIA para todas las mujeres de la clase trabajadora en Baja California Sur.

Por esto y más, tenemos justa razón de estar enrabiadas, desesperadas por que las instituciones y la sociedad nos escuche y pare de violentarnos. Rompan el pacto patriarcal. Construyamos una sociedad más libre y segura para las mujeres, para las adolescencias, para las niñas y para todas las personas.

Hoy salimos a las calles para que sepan que aquí seguimos; que las mujeres seguimos en lucha, para acompañarnos en la rabía y para festejar que nos tenemos las unas a las otras; para ser la voz de las que ya no están y de las que vienen y que merecen un futuro sin miedo. Ese es el futuro que estamos construyendo y esa es nuestra promesa para ellas.

Las mujeres estamos en lucha, hasta que la dignidad se haga costumbre, hasta que veamos caer al patriarcado, hasta que no quede una mujer violentada, hasta que encontremos un mundo donde estemos todas, libres, seguras y sin miedo.

Alzamos nuestra voz por todas y nos abrazamos en la organización, en la esperanza, en el amor, celebrando éste nuestro encuentro, el día en que decidimos venir y tomar las calles que son nuestras. Esta lucha es por la vida, VIVAS NOS QUEREMOS.

Porque vivas y libres nos queremos, organizadas nos necesitamos.

¡NO TENDRÁN nunca más LA COMODIDAD DE NUESTRO SILENCIO!

(FOTOS: tomadas de FB Sandra Muñoz Fotógrafa)